sábado, 17 de enero de 2009

La obsesión del artista


Obsesión es una palabra que siempre estará presente en todos los que hacemos arte, puesto que nuestra vida ronda en torno a ello. Yo diría que las ganas y los deseos de estar en un ensayo y de perfeccionar hasta tal punto de soñar con lo que hicimos hace unas horas es un ingrediente fundamental en la vida de un verdadero artista.

Queremos que nuestro público salga feliz de la Sala Teatral, entonces no encuentro otra forma de que todo salga perfecto que "obsesionandonos" todos por que nuestro trabajo sea perfecto.

No por nada, podemos estar casi 12 hs. ensayando, y el cuerpo solo lo nota después que volvemos a nuestras casas, pero la cabeza continúa trabajando...

Ese es nuestro trabajo... y nuestra mejor paga: el aplauso, la aceptación, la buena crítica... es la mejor muestra de afecto a la que podemos aspirar.

Todo artista es un gran narcisista, por eso trabajamos para agradar, quizás ese sea nuestro defecto... (o quizás, no...)

Cuando se ama lo que se hace, ¿por qué no estar obsesionado por ser los mejores amantes?

Es una apreciación, una humilde apreciación...


¡Hasta luego!


PD: Me gustaría compartir con todos las cosas que pienso cuando vuelvo a casa, cansado, pero ilógicamente con ganas de seguir trabajando...

Mis amigos...


Hoy quiero hablar de la importancia de mis amigos y de la gente que amo, quiero y necesito siempre...
La gente que está en esta foto, me apoyó mucho... siempre... y juntos salimos adelante...
En este mundo es muy difícil vivir a veces, pero ellos, siempre están... cuando los necesito: Gustavo Coronel, "Chelito" Heredia, Ezequiel Chávez, Agostina Rodolfo, Adriana Cabanillas, "Majo" Gervasoni, Germán Rodolfo, Cecilia Castaño, Emanuel Gutierrez, Nacho Guzmán Olivera, Lourdes Díaz Chevalier, Angelita Gómez... mi madre: Julia... el recuerdo de mi padre León (como todos le decían siempre); y la compañía incondicional de Marisa. "Superstars" fué, es y será siempre una familia que recibe a todos los soñadores que quieran soñar sencillamente así...

Un poco de historia...


Cuando era niño, todos me preguntaban: ¿Qué vas a ser cuándo seas grande?, y yo respondía: "Titiritero", y era inevitable las carcajadas que se desencadenaban. Yo nunca lo tomé como una broma, porque me hacía feliz ver reír a tantas personas...
Sólo el tiempo se encargó de demostrar que no soy titiritero, pero que amo el teatro más que a nada en el mundo. Aquí un poco de mi, de mi historia:
Al hablar de Teatro en Santiago del Estero, es hablar de un género que va creciendo día a día... pero que tiene una hermosa historia, pués como en todo, tuvo y tiene sus "altibajos" aquí en la Provincia.
Desde niño que amo hacer teatro, amo todo lo más cercano a la magia: escribir, soñar, jugar... recuerdo que en las tardes calurosos (¡qué calurosas!), de Santiago, a la siesta, cuando todos dormían; yo soñaba solo en el patio, las sábanas de las sogas se convertían en "telones improvisados" que enmarcaban mi locura que todavía mantengo, y allí estaba yo jugando a ser "artista". Cuando la familia se reunía los domingos siempre "agarraba" a mis primos y amigos y preparabamos funciones de teatro y era el número central de aque asado de familia, o con mi querido amigo "Quique" (que ya no está con nosotros), jugabamos a crear un circo con todos los ingredientes: payasos, animales, acróbatas, magos, etc. pero todo éramos nostros dos: ¡y cobrábamos entradas!, y nuestros amigos indefectiblemente tenían que asistir a las funciones porque sino, no los hablamos más...
También tengo el recuerdo de mi hermana Roxana, llevandome al Teatro 25 de Mayo (yo debo haber tenido unos 7 o 8 años, no más), a ver "El show de Margarito Tereré", cada vez que recuerdo eso, se llena mi aire de nostalgia, pués yo estaba seguro que toda esa magia era real... estaba seguro que las horas dentro del teatro jamás pasaron... y estaba seguro que amaba "eso", pero nunca me dijeron hasta ese entonces que yo podría hacerlo... porque, repito, estaba seguro que ellos eran asi... que habían nacido así...
Siempre estuve cercano al arte, y mi padre (que tampoco está conmigo ya), compartía conmigo esta pasión: escribía, pero solo por escribir y madre me acompañó y me apoyo siempre.
Estar cerca del arte, quizás me llevó a amarla en todos sus aspectos: música, danza, pintura, teatro... teatro...
Con el tiempo me dí cuenta que podía aunar todo: la danza, el teatro, la música... y descubrí el Teatro Musical, y me dije: ¿por qué no aquí en Santiago del Estero? y allí empezó mi lucha...
Estabamos en el año 2000 y yo con 20 años, diciendo a un grupo de amigos, que podríamos hacer una Comedia Musical, y me enfrenté a un gran desafío, había actores que cantaban pero que no bailaban, o actores que se movían fácilmente, pero que no cantaban, o cantantes que no actuaban, actores que ni cantaban, ni bailaban... fue un gran desafío, para que dos años después, pueda estrenar en el 2002, con muchísimo esfuerzo, la Comedia Musical para niños: "Una noche en el tejado", que lógicamente tuvo mucho éxito aquí, porque nunca se tuvo la posibilidad de ver un musical enteramente, sólo en el 1999, tuve la oportunidad de trabajar con mi queridísimo amigo del alma Jorgen Canllo en una versión de "Drácula" para niños, y de el aprendi muchisimo... pero solo tuvimos la oportunidad de hacer dos funciones, la gente en Santiago a veces es muy desinteresada, o de golpe muy entusiasta, es un público difícil.
Después del Estreno y casi 28 funciones de "Una noche en el tejado", con un grupo de jóvenes (muy jóvenes) actores entre los 15 y 19 años y con el apoyo incondicional de la gran actriz Maria Rosa Cianferoni, me pregunté ¿y ahora qué?...
Es el momento de comenzar a investigar... tomé cursos de canto, de danza (de la que te imagines), de teatro, de danza - teatro, de maquillaje, de vestuario, cuanto curso había, curso que Pablo Cabanillas ahí estaba... pero me di cuenta que ni en Santiago, ni en Tucumán (que nos lleva mucho en todo este tema), no había Escuela de Comedia Musical (de hecho, creo que en Tucumán alguien está intentando hacerlo), y se me ocurrió la genialidad de llamar a actores ya profesionales a que hagamos comedia musical, lógicamente nadie me llevó el apunte, porque a nadie le interesaba ser "alumno" de alguien que en ese entonces tenía 22 años.
Al año siguiente, con 23 años, dije: "Ahora es mi oportunidad, no hay escuelas de comedia musical en Santiago, lo podré hacer", y lógicamente no fué nadie a mi "Curso de Comedia Musical", en la Aacademia de otra amiga: Silvia Salomón.
Así pasaron dos años más y ya había olvidado la idea de hacer algo así, siempre era convocado para enseñar teatro en diferentes lugares y escuelas, porque decían que mis clases tenían un toque "distinto" a las demás de los demás docentes de Santiago.
A fines del 2004, había decidido dejar de dar clases y dedicarme junto a una amiga, a una casa de Fiestas Infantiles, con la posibilidad de seguir haciendo Teatro cada vez que me invite algún grupo o director... esa era mi decisión personal... pero nunca hago lo que yo digo (¿será un defecto?), a principios del 2005, me llama uno de mis alumnos que había encontrado una nota vieja de aquel fracaso de hacer comedia musical en Santiago, y me preguntó: ¿Cuándo empiezan los cursos de Comedia Musical?, y yo, para no quedar atrás, y sin saber dar una respuesta le dije: "el 14 de Febrero", "listo" -me dijo él- ¿en dónde?... le dí la dirección de la Casa de Fiestas Infantiles, que estaba en plena remodelación. Te espero, le dije... y pensé "será el el último intento, la Comedia Musical, no es para Santiago".
Para mi hermosa sorpresa ese 14 de Febrero asistieron 5 alumnos a esa clase ¡y les gustó! y a la segunda clase tuve 10 más... y así sucesivamente empezó a crecer, muy de a poco, muy lentamente, se estaba haciendo real mi sueño... ese año nacía "Superstars" (que en otra oportunidad contaré porque le puse ese nombre), y quedó atrás el proyecto de la Casa de Fiestas Infantiles.
Y así... sin querer hice realidad mi sueño... mi propia Escuela de Comedia Musical.
También me di cuenta que fuimos los Primeros en Santiago, y en el Norte Argentino.
Hoy por hoy, hay más proyectos de Escuelas de Comedia en Musical en aquí... pero nada es mejor que el Pionero (con mi modestia aparte), porque ese también sería otro tema a tratar.
Hoy, a principios del 2009, y en la espera de que comiencen las clases de este ciclo me siguen acompañando: Beatriz Torres, una mujer llena de vida, simpatía y amor (canto); Ángela Gómez (amiga de años, compañera de de riquezas y pobrezas, de sueños, de alegrías; en vestuario, maquillaje y diseño); Maria José Gervasoni (mi querida sobrina, hija de mi hermana Roxana, que se viene de Tucumán a dictar las clases de danza) y "Chelito" quién me llamó para preguntarme: ¿Cuándo comienzan las clases de Comedia Musical?... ellos son "Superstars" de raza, de camiseta, al igual que Ezequiel Chávez, Diego Achával, que todavía estamos juntos... e incluso desde mucho tiempo antes... y la seguimos peleando...
Y vemos crecer la Escuela, con casi 200 alumnos por año, desde aquel entonces en una pieza a medio refaccionar, con 5 (cinco) alumnos... entre ellos... los que acabao de nombrar...
¡Hasta mañana!... mañana seguiré con más de la lucha por hacer Comedia Musical en Santiago.
¡El telón ya se ha levantado!