"Una noche en el tejado", siempre marcó etapas importantísimas de mi vida. Como ya conté, fué el Primer Musical que hice allá por el 2002, cuando nadie apostaba al teatro en Santiago, ni mucho menos soñar con un musical...
Pasó el tiempo... y unos años mas tarde (en el segundo año de "Superstars"), un grupo de alumnos se aparece en mi casa para "matear", traían en sus caras algo especial, y era la propuesta de que querían actuar, de que querían hacer algo, de que no podían esperar hasta fin de año para hacer la muestra, sino que querían hacer un espectáculo. Lógicamente yo, con mis miedos, con mis incertidumbres y todo lo que significa empezar a encarar un espectáculo, les dije: "¿saben de que se trata asumir esa responsabilidad?", ellos dijeron que si, pero creo que mintieron... no obstante me sumé al desafío: les dije tengo una obra "Una noche en el tejado".
La leímos el 1º de Mayo del 2006, en una fría tarde de comienzos de invierno, nos divertimos, tomamos mates, jugaban, eternos adolescentes que amaban jugar... y ese mismo día les dije que personajes hacer, jugamos con los personajes... y asi fuimos "pariendo" entre todos la obra.
No teníamos plata, ni nadie que nos apoyara; hicimos de todo para comprar la escenografía, utilería, trajes, y pagar al músico que nos estaba componiendo la música: loterías, rifas, bingos, vendimos espacios publicitarios a amigos y conocidos, pedí plata prestada, jajaja!!! un montón de cosas.
Y después... "el estreno", una suerte de 45 personas sentadas en la platea, llegamos con muchísimo ensayo (no se iamginan cuánto!!!), gastamos más, mucho más de lo que había de gente ese día, en esa primera función... y sinceramente salió horrible... todo mal... las luces, el sonido, la fuerza que había en los ensayos no se a donde se había ido, la magia que lográbamos en los ensayos no estaba... ahi fue cuando me dije: "todo lo que hago yo, es un fracaso".
Terminó la 1º función y lógicamente los aplausos fueron por obligación por parte del público, y como si esto fuera poco, dentro de 1/2 hora empezaba otra función; me acerqué a los camarines y todos me preguntaron: ¿qué tal salió?, yo solo dije: "a ponerle garra a las otras funciones" y me fuí a preparar todo de nuevo, con el pesar de que todo el esfuerzo se había ido por un túnel y con el pesar de que debíamos mucho dinero.
Asi fueron pasando dos, tres... veinte funciones... y la obra, a partir de la segunda función, fué la mejor obra de la temporada 2006 de Santiago del Estero. Allí estaban ellos, mis alumnos, los actores dando siempre lo mejor... dejando todo sobre el escenario, creando lazos de amistad, compañerismo, comidas, ansias... ¡luchando!, aprendiendo la lucha que significa ser artista.
No digo que fuimos millonarios, ni que recuperamos todo el dinero que habia allí, pero lo cierto es que pude conocer a unos seres maravillosos, que en aquel entonces, se pusieron la camiseta, se arremangaron para trabajar muy duramente, y entre todos construímos un futuro, que hoy por hoy sigue trabajando: "Superstars Compañía de Teatro Musical", y ya es una obligación para nosotros.
Año a año me he propuesto dar nuevas cosas a nuestro público, y crecer cada vez más... mucho más...
Un sincero recuerdo, a aquellos ángeles que hicieron posible todo esto, ustedes saben quienes son... no hace falta nombrarlos, porque algunos emigraron en busca de cielos (o escenarios) diferentes.
Una brisa de mi nostalgia por aquel entonces.
